La forma en la que pienso en ti incluso cuando estoy contigo.
Como si fueses magia y me diese miedo que desaparezcas si cierro los ojos.
Una sonrisa nace en la comisura de mis labios. Esa es una de mis fortalezas. Saber que aunque puedes irte, decides quedarte.
Y eres consciente de que aunque sea sin ti,
contigo somos fuego bailando sobre la ceniza de todas las personas con las que ya jamás seremos.
Porque todo pasa por algo, y porque no hay herida que no me haya acercado más a ti.
Y sobre todo, porque cuando creo que ya no puedo acercarme más, vienes y sonríes, acortando aún más la distancia entre dos almas que se hablan sin palabras.
Replica a carlos Cancelar la respuesta