Sarah Mey

Emprender es algo que sólo los más valientes son capaces de llevar a cabo. Hay personas que se pasan toda la vida con un sueño en la cabeza y no son capaces de materializarlo. Personas con capacidades increíbles e ideas realmente geniales con un defecto enorme. El miedo. ¿Sabéis cual es la pregunta más absurda de la historia? Aquella que empieza con la palabra ¿Y si…? seguida de algún pensamiento negativo.

¿Y si sale mal?

¿Y si sale bien? ¿Os imagináis lo hermoso que sería? No hay que tener miedo a lo que se ha nacido para hacer. Si lo sentís en el alma, hacedlo. Como bien dice Bukowski en su poema, sino te sale ardiendo de lo más profundo de ti, no lo hagas. No lo hagas, no es para lo que has nacido. Estas aquí para algo, para algo grande. Hazlo. Sin miedo. Sin límites. Muévete. El momento es ahora. Al fin y al cabo, todo lo que tenemos es el ahora. ¿Os habéis pensado lo ridículas que suenan algunas ideas antes de que tengan éxito? La cara que se le quedaría al amigo de ese hombre de 19 años cuando le dijo que iba a crear un espacio en Internet donde almacenar fotos y donde el mundo entero pudiese verlas si el quería. Su cara debió de ser épica. ¿Qué de quien hablo? De Mark Zuckerberg, el creador de Facebook. Otro ejemplo aún más absurdo debió de ser el de Frédéric Mazella.

-Hola amigo ¿qué pasa? ¿cómo estás?

-Muy bien ¿y tú? ¿Hay algo nuevo en tu vida?

-Pues mira, hay una idea que me ronda la cabeza. Quiero hacer que completos desconocidos se monten en un coche juntos y vayan a destinos comunes compartiendo gastos de gasolina.

-¿Qué? ¿Estás loco? ¡Ya mismo estoy montándome yo con un desconocido en un coche!

El creador de Bla Bla Car también fue considerado un loco en su tiempo. Queridos lectores, las grandes ideas son grandes locuras que salen bien. No tengáis miedo mientras no hagáis daño a nadie. Sed felices y tened una buena semana. Hoy me apetecía escribir algo un poco distinto. Un abrazo.