Van a venir los tiburones, en medio de este océano crepitante que es la vida, y no vamos a tener más remedio que luchar contra ellos.
Hay algunas veces en las que no eres capaz de verlos. Veces en las que se ocultan a través de personas que te hacen sentir vivo. Hay otras veces que simplemente se alejan como aquel último beso que fuiste capaz de robar, sintiendo que te muerden hasta las entrañas a cada paso que dan en dirección contraria a la tuya. Tal vez no sean más que una ilusión. Un suspiro intocable al viento. Una montaña que te esfuerzas en escalar. O…tal vez, puede que sólo seas tú mismo poniéndote obstáculos. No lo sé con certeza, pero hay algo de lo que estoy completamente segura. No puedes dejar que esos tiburones te devoren el alma.
Deja un comentario